Al comienzo de cada sesión, los voluntarios de LBJ Express expusieron conceptos claves de ingeniería civil con ejemplos reales, fundamentales para realizar los retos planteados y para día a día de un ingeniero. Tras esta presentación, los estudiantes se convirtieron en ingenieros por un día y se organizaron en grupos reducidos para que los voluntarios pudieran guiarles de forma personalizada.

Tras recibir las normas del reto y los criterios del jurado, los estudiantes debían construir en 120 minutos una grúa con una altura de al menos 30,5 centímetros y un voladizo de al menos 10 centímetros, además de utilizar la mecánica de engranajes e incorporar un motor K’NEX en el diseño. Al final, la grúa ganadora fue capaz de sostener dos botellas de agua y tenía una fuerza de tracción máxima de 3,7 kilogramos.

Con este reto, los estudiantes no solo aplicaron los conceptos de ingeniería civil aprendidos de LBJ Express, sino también el trabajo en equipo, el pensamiento estratégico y la presentación ante el público.